A barca de pedra de Santa Comba

12/04/2008, Fernan Gómez Filgueiras y Brage

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            El asunto que centra nuestra atención es un posible resto arqueológico que se conoce actualmente en la glosa de los cuentos populares como A Barca de pedra de Santa Comba. Consiste en un bloque de piedra que tiene un vaciado rectangular que presuntamente se identifica con un antiguo sarcófago pero que según un cuento popular es una barca de piedra en la que llegó Santa Comba a la Insua do Medio o Insua de Santa  Comba, desde un lejano pais extraordinario.

            No es la única Barca de Pedra, en Galicia está extendido este apelativo a varias piedras de parecido o igual formato, y con las que se ha formado un presunto sistema cultural de remoto y oscuro origen según las interpretaciones de algunos anticuarios versados en una falsa erudición sobre cuentos populares inventados en epocas mas recientes que la atribuida antigüedad a tales relatos.

            En primer lugar no son mas que cuentos populares sin valor mitológico, pues el hecho atribuible a la función de dicha barca de piedra es totalmente atemporal, carece de una cronología intrínseca, como seria la epoca de llegada, o como seria lo usual en el caso de verdaderos cuentos mitológicos, carece de una cronología relativa o extrínseca en que se suele situar el origen de un mito o una leyenda, acompañándolos de personajes o hechos de una época real o mítica en la que transcurren los hechos atribuidos según el cuento. Pero en cambio se sabe el origen y el porque de estos cuentos, fueron un bien intencionado intento de dotar de memoria histórica a objetos de los cuales se había perdido la memoria colectiva, por esto no tienen nada que ver con un antiguo sistema mítico nacional en el que se les situa por el interes de mantener o justificar ciertas aventuradas hipótesis. Veremos mas adelante que como existió todo un movimiento histórico erudito que dio origen a todo este tipo de cuentos ya desde la Alta Edad Media.

Barca de piedar de Santa Comba, situada al Sur-Este de la ermita

            Estos cuentos menores, se producen por la perdida de la verdadera memoria histórica como consecuencia de situaciones político sociales que cambian los registros de la memoria colectiva. Así las grandes invasiones y conquistas y las sustituciones culturales que conllevan. Perdidas las referencias históricas surgen las interpretaciones según la necesidad social en los nuevos parámetros culturales, que se  proponen dar un nuevo significado coherente con la erudición del momento a los registros histórico-arqueológicos cuyo origen en aquel tiempo era un misterio. Estos procesos son conocidos y han sido estudiados a la luz de los conocimientos actuales histórico-arqueológicos mediante métodos científicos de investigación, de los que carecían los anticuarios de siglos pasados y que nos permiten exponer el proceso que suplanto el verdadero significado de nuestro registro arqueológico por otro significado, producto de una particular erudición ajena a la verdadera memoria histórica colectiva a la que sustituyó o falseó con el tiempo aun hoy en día, aunque a veces no hubo mala intención como se comprende por lo expuesto del contexto.

            Sin embargo estos cuentos pueden ser una referencia o una señal valiosa de la existencia de un registro histórico o arqueológico aunque nada tengan que ver con el verdadero valor y significado de dicho registro. Y este es, como veremos, nuestro caso.

            Es en el siglo X precisamente cuando Ennio da lugar al renacimiento del emeverismo medieval que tanto desfiguró las antiguas tradiciones y mitos paganos, pero ya San Martín de Dumio en el siglo VI, aconsejaba cristianizar lo pagano que no tuviera aspectos negativos para el cristianismo. Pero a esto hay que añadir un aspecto importante y es que las invasiones alto medievales, vikingas y musulmanas, transformaron el mundo antiguo con sus movimientos de población y borraron de la memoria colectiva registros de legados históricos antiguos a los cuales se le dio una nueva interpretación acorde con la erudición del momento. Este proceso de Interpretatio Clásica medieval iniciado en el siglo VI, tuvo un destacado impulso en la era Carolingia, pero es a partir del siglo X con el emeverismo, las alegorias y el resurgir de lo etnocultural céltico-medieval, cuando adquiere especial intensidad, posteriormente también en el Renacimiento y el neoclasicismo del siglo XVIII. Pero es con el Romanticismo del siglo XIX cuando a estos cuentos terminan por tener un aspecto mitológico y así es como los conocemos hoy en día. Las premisas de que se valieron los eruditos medievales y posteriores, estaban fundamentadas en sus conocimientos del antiguo mundo clásico y su mitología. Un caso típico son las interpretaciones de la leyenda de Breogan por los galleguistas del siglo XIX y el Poema Os Eoas del escritor Eduardo Pondal, practicas que hay que comprender magnánimamente su buena intención, debido al contexto en que se originaron. Hoy en día, en cambio, algunos escritores siguen esta línea que ahora resulta escandalosamente atrevida y disparatada. Mi intención es presentar las claves que contradicen el valor de aquellos cuentos, basándome en una serie de datos históricos y arqueológicos de reciente investigación.

Para empezar es necesario recordar que el nombre de la isla de Santa Comba con el que se la conocía anteriormente al siglo X, era Selima, denominada así hasta el siglo IX por lo menos, como ya quedo expuesto en el numero anterior de esta revista, pero como vestigio de tal denominación aun queda en la micro toponimia el nombre de un peñasco situado al lado de la isla, que aun hoy le llaman Suliman, al lado del cual hay un antiguo lugar de caladero tradicional de pesca. Antes del siglo XII en la época de Selima la iglesia no tenia advocación y ya explique a que era debido en el anterior numero de esta revista.

            Todo esto ya indica que el cuento debió de ser originado no antes del cambio de nombre ocurrido a partir del siglo X, por otra parte es relevante la coincidencia con el resurgir de la erupción clásica en dicho siglo que dio lugar a muchos cuentos populares. Es decir, que perdida de la memoria historia de los registros particulares de Selima, junto con las practicas interpretativas de algunos eruditos medievales tuvo lugar la particular Interpretatio Clásico del antiguo sepulcro que se encuentra en la isla cuyo resultado es el cuento que lo denomina A Barca de Pedra de Santa Comba.

            Las raíces cristianas del cuento de nuestra barca de pedra son la parte fundamental y tienen su origen en la práctica ritual de los primeros cristianos de las catacumbas romanas y en las raíces copto-ptolemaicas de la simbología del cristianismo oriental que tanto influyó en el cristianismo de las islas occidentales especialmente Britania e Irlanda. Así los sepulcros de las catacumbas normalmente consistian en huecos rectangulares, llamados loculi y cámaras llamadas cubiculi, pero además los huecos para colocar a los mártires tenían forma de arco, arcosolium. En el siglo V se reservaba los loculi y los arcosolium, para miembros importantes de una comunidad religiosa. Para la gente común el enterramiento era en tierra con lajas como las descubiertas en las excavaciones del 2006 alrededor de la capilla, nuestra barca de pedra rectangular, posiblemente fue el sepulcro de una persona relevante de la comunidad religiosa de Selima, pero ya vacía y descontextualizada en el Siglo X y perdida la memoria histórica, se le aplico la interpretativo según la cultura clásica latina del siglo X que se basaría en las barcas de piedra de la mitología egipcia relatadas por el historiador clásico Plutarco, que narra como los dioses egipcios exigen a los aspirantes Seth y Horus, una prueba, que consistía en que pudieran navegar en barcas de piedra para demostrar su idoneidad a ser miembros del clan de los dioses egipcios. Otra cosa diferente hicieron los eruditos del siglo X en Britania e Irlanda respetando la tradición celtica local, es aquí en donde la ciudad de los bienaventurados y las barcas que Iván a ella y venían  de allí, se describen con la palabra calificativa Wydr que se traduce por vidrio, por fidelidad a la tradición céltica, pero no se dicen que sean de piedra. Que se dicen de Wydr , en origen wydd es visión, de aqui también es vidente, en realidad es una metáfora para explicar su naturaleza fantasmal y es asi como se describen en la mitología del Mabinogión de Gales, donde también se dice de Caer Wydr, La ciudad de Vidrio que es La Ciudad del Otro Mundo y en el Leber Gabala de Irlanda, pero también es así como se describe la barca con apariencia vidriosa u obscura en una leyenda de Cabanas en el río Eume, la barca que lleva a la ciudad mitológica del Otro Mundo al anochecer (ver revista Cátedra 2005), y en la Bretaña Armoricana tenemos la Bag er Varu, barca de los muertos o barca de la noche, la  Bag er Wydr. Las barcas tradicionales de Galicia, la dorna , procede del latín vulgar dorna que significa artesa, y trincado es de origen galaico-portugués, se refiere a la manera de sujetar cosido con varas el entablemento lateral a tingladillo y no la disposición del velamen , que es trincadura en castellano, como dicen algunos marinos de erudición léxica castellana, no hay pues raíces celticas en esto vocablos aunque si en la arquitectura naval del Trincado de las rías altas de Galicia, que conozco por la experiencia práctica de mis antepasados con dicha embarcación.

            Los sarcófagos paleocristianos, que perdieron sus registros fueron transformados en altares, pilas bautismales o de agua bendita, etc., en objetos rodeados de misterio, y de esta manera se descontextualizaron, perdiéndose su memoria histórica que se suplantó por una interpretatio clásica acorde con la idiosincrasia cultural del incipiente renacimiento de lo clásico romano alrededor del siglo X, en paralelismo con el nacimiento del arte románico.

            En este periodo de finales de la Alta Edad Media que culmina con el Renacimiento del siglo XII y sobretodo después en el Renacimiento del siglo XV, se elaboraron diversas teorías que se pueden resumir en tres sistemas interpretativos que permitieron insertar la cultura clásica cristiana en el paganismo céltico emergente, como consecuencia del colapso del mundo romano occidental. Estos tres sistemas son los siguientes:

            El Renacimiento del Evemerismo, vulgarizado por Ennio, postulaba la historicidad de los dioses paganos, como antiguos héroes idealizados, entonces los santos y los mártires fueron idealizados de una forma paralela con similares atributos legendarios.

            El Renacimiento cultural céltico, que motivo a los clérigos de los pueblos célticos no romanizados o poco romanizados, a buscar para su pueblo un pasado legendario bajo un marco Clásico del mundo antiguo de Grecia, Roma, Troya e incluso Egipto, cuyos personajes mitológicos se convierten en los patronos de pueblos de estas etnias. Esto encontró posteriormente un eco importante en el siglo XVIII y XIX en Galicia con invención de la fundación de las ciudades gallegas importantes por héroes legendarios de la antigüedad clásica, de este delirio solo se salvó Ferrol porque no tiene un origen romano. Aquella falsa erudición aun hoy dia encuentra eco en los medios de comunicación, lo que demuestra atraso cultural.

            El Renacimiento de la Alegoría Clásica, que consiste en descubrir en la figura de los dioses de la Antigüedad Clásica una significación espiritual y una enseñanza de carácter moral. Así las Fábulas paganas adquieren una filosofía moralizante y de esta manera se afianzó un sincretismo entre el mundo Clásico Antiguo y el Renacimiento Céltico emergente.

            Hay datos históricos desde el siglo VI, que reflejan estos procesos y que han sido estudiados y demostrados por varios investigadores científicos modernos. En nuestro caso constituyeron un modelo de referencia las barcas de piedra de la Mitología Clásica, una de cuyos ejemplos, por influencia cristiana, son también las barcas de los dioses de Babilonia, por ello los sepulcros cristianos de mártires, santos y personas relevantes por su simbolismo gozaron de veneración y así también simbolizaban barcas de piedra cristianas en que se colocaron los santos para el Viaje al mas Allá. Otra raíz de tal interpretación se encuentra en los cementerios de la Edad de Hierro en que el barco era una forma conocida de recinto sepulcral y así llegamos a la cultura vikinga con sus barcos sepulcro como el de la princesa de Oesberg, hallado por la arqueología y otros más. Y otra referencia importante son las barcas votivas gravadas en piedras de la cultura ribereña atlántica desde Galicia a Escandinavia, estas representaciones barcas votivas en piedra que tienen un simbolismo de ofrenda invocación al antiguo dios de las tormentas, para que los vientos durante los días de navegación les fueran propicios, costumbre que aun perduraba en la época vikinga en la que los marinos antes de salir a navegar invocaban a Thor, equivalente al Taranis, el Dis Pater celtico ( taran es trueno en britónico), cuyo símbolo es igualmente la cruz esvástica que simboliza los cuatro vientos principales que inscrita en circulo era conocida como Rueda de Taranis en la época clásica galorromana, confundida luego con la rueda solar por algunos eruditos actuales. Las procesiones marítimas en barca es otro ejemplo del simbolismo religioso muy difundido en el mundo antiguo y que han perdurado hasta hoy.

Nave votiva atlántica

            Un ideal del cristianismo irlandés son los viajes simbólicos o espirituales llamados los Imramm, palabra gaelica que significa navegación, realizados por santos monjes irlandeses con el propósito de alcanzar el paraíso espiritual. El emeverismo cristiano céltico de las islas Británicas situó la tierra bienaventurada en la esquina de España, es decir en Galicia, para demostrar que era un lugar real y que se había idealizado por el paganismo céltico que la situaba en el confín del  Gran Océano.

            Por todo lo expuesto se comprende la posibilidad de un origen erudito de las leyendas, mas bien cuentos, de As Barcas de Pedra, lo cual pone en entredicho un supuesto origen del cuento basado en una tradición étnico-cultural de antiguo origen céltico, aunque eso si, como pueblo ribereño atlántico que somos el mar es una fuente de inspiración para el cuento y la leyenda marítima con similitudes con los otros pueblos célticos atlánticos y sobretodo en esta Galicia Norteña Britoniense.

            A Barca de Pedra de Santa Comba, posiblemente es un sepulcro paleocristiano del siglo IV o del siglo V de la misma era del cenobio alto medieval y de las sepulturas del siglo V encontradas en la excavación del 2006. Todo ello de un gran valor histórico y arqueológico.

Cobas a 14 de Enero del 2008
Fernan Gómez Filgueiras y Brage

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