La patata de Cobas

20/05/2016, José López Hermida

Las patatas no son oriundas de Cobas; la patata es una planta perteneciente a la familia de las solanáceas, originaria de Sudamérica y cultivada por todo el mundo por sus tubérculos comestibles.

Su consumo fue creciendo y su cultivo se expandió a todo el mundo hasta convertirse hoy día en uno de los principales alimentos para el ser humano.

Llegó a España con los conquistadores españoles en 1570, como una curiosidad botánica más que como una planta alimenticia, y de España pasó al resto de Europa a partir de 1593. En el siglo XVIII es cuando su cultivo se extiende de forma masiva y empieza a tener la importancia que se le da en nuestros días, hasta llegar a ser el segundo alimento más consumido en el mundo. Muchas de sus propiedades se encuentran en la piel, por lo que si se tienen patatas nuevas, merece la pena cocinarlas con ella.

Tiene un sin fin de posibilidades gastronómicas, y puede hacerse con ellas casi de todo; pueden freírse, hervirse, hacerse al vapor, asarse, consumirse en sopas, purés, estofados, ensaladas, solas o como acompañamiento de casi todo; con ellas se pueden hacer pasteles, dulces, soufflés, etc...

Para su cultivo correcto es necesario un clima templado-frío. Si hace demasiado frío le perjudica, por eso se adaptó tan bien al clima de Galicia.

Hoy en día, está presente entre nosotros como un producto de toda la vida. Las autoridades agrícolas de la Xunta de Galicia la tienen regulada como "Pataca de Galicia", según el Reglamento de la indicación geográfica protegida "Patata de Galicia" y de su Consejo Regulador ratificado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la ORDEN APA/1046/2002, de 24 de abril, publicado en el BOE nº: 113/2002, de 11/5/2002. La indicación Geográfica Protegida “Patata de Galicia” es, a su vez, ratificada por la Comisión Europea en el Reglamento nº 148/2007, de 15 de Febrero de 2007.

Pataca de Galicia son, pues, los tubérculos de la especie Solanum tuberosum, de la variedad cultivada Kennebec, destinados al consumo humano. Es un producto, que se encuentra en el mercado etiquetado y envasado bajo varias marcas comerciales.

Me imagino que a Cobas no llegaría tan temprano como 1570, en que como digo más arriba llegaron a España. no sabemos, pues cuándo llegó aquí; aunque si sabemos que llegó, que se adaptó bien a nuestras tierras y que hoy no sabríamos vivir sin ella. La patata de Cobas juntamente con la de San Jorge, “a pataca de cedo”, siempre fue muy apreciada en toda la comarca de Ferrol, por su calidad, debida al clima atlántico sin grandes heladas y al suelo arenoso en el vilar y Prior, que produce una patata de temprano redonda, lisa y de piel fina, muy esperada por el consumidor cuando no llegaban a estas latitudes las producidas a la orilla del mediterráneo. nuestra patata se recolectaba, y aun hoy, aunque en menor cantidad, se recolecta entre marzo y abril; además de la pataca de cedo, también la normal o tardía se recolecta en el mes de agosto, un mes antes que en el interior donde suele recogerse en septiembre o más tarde dependiendo del lugar.

La patata es un producto que se conserva fácilmente en un lugar fresco y oscuro hasta el mes de marzo, cuando comienza a germinar; es entones cuando aparece en el mercado la de cedo, con un buen precio y hace que la anterior pierda aceptación. Recordemos el dicho, “cando aparecen as novas, ninguén quere as vellas”.

Hoy en día, esta agricultura, casi perdida en las dos parroquias, se conserva únicamente por aquellas personas que cultivan para su propio consumo, pero puede comprobarse que gracias a las nuevas técnicas de cultivo desarrolladas bajo plástico, adoptadas últimamente en nuestra parroquia, vuelve a plantarse la patata temprana o de cedo, incluso con cosechas aún más tempranas, que mejoran la rentabilidad del producto.

Desde nuestra sociedad, animamos a practicar este tipo de agricultura y no sólo en el caso de la patata, pues la variedad de productos que pueden explotarse con esta técnica es innumerable; sólo tenemos que asomarnos a algunos pueblos de Almería, que con terrenos peores que los nuestros y con grandes problemas de agua para el riego, han desarrollado una agricultura, que reporta abundante mano de obra y riqueza. Si complementamos estos cultivos con la ganadería, para la que tenemos un gran potencial y que gracias a algunos emprendedores está reapareciendo, se pondrá en valor el territorio y, lo que es más importante, se ayudará a fijar la población, evitando la despoblación de la zona rural, y aumentando su nivel de vida y bienestar.

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