Piedras, rocas y pelouros en la zona de Cobas

27/04/2012, Santiago Sánchez de Toca Acebal

El culto a las piedras o litolatría es tan antiguo como el hombre. Esto es debido a ser la expresión de permanencia e inmovilismo, así como de unidad y fuerza, lo que las hace ser algo eterno, y que les permitía la capacidad para poderse relacionar con otros seres más elevados o divinidades. La dureza de la roca contrasta con la debilidad del hombre, lo temporal y terrenal frente a lo eterno y celestial.

Han sido adoradas por la sacralidad que se les atribuía por su forma, origen o tamaño, dándoles un significado mágico y religioso.

 

Foto 1. Formación zoomòrfica. Cabo Prioriño

Foto 2. A Pena de Rodas, Rabade, Lugo.

 

Los historiadores saben del muy alto valor que en Galicia nuestros antepasados daban a las piedras, guardando en sí profundos secretos con abundantes leyendas y tradiciones. Parece ser que en general los pueblos celtas aprendieron a detectar los puntos de flujo de energía telúrica, y donde surgía este poder natural establecían sus centros de culto.

Cuando los romanos conquistan la Península Ibérica, a los territorios del no de la península ibérica comprendidos entre el Duero y la costa cántabra hasta el río Navia, les dan el nombre de Callaecia, pues sus habitantes o castreños tenían una relación especial con las piedras, generalmente un gran canto rodado al que adoraban, en donde reside el callao o toten sagrado, que representa a la gran diosa madre, diosa de las piedras y montañas.. Esta diosa era similar a la diosa Cibeles de los romanos, diosa que primitivamente se adoraba en Asia Menor en forma de una gran piedra sin tallar (que era en realidad un meteorito, o piedra negra).

En nuestra geografía hay ciertos lugares con una energía y magia especiales, lugares que desde los albores de la historia tuvieron un alto contenido ritual y místico, tales como San Andrés de Teixido, Fisterra, O monte Pindo, Pico Sacro, Monte Aloia… estando todos ellos relacionados con las piedras.

En Galicia, el país del granito y la pizarra, la relación entre los seres humanos y las rocas fue siempre fundamental desde épocas prerromanas.

 

 

 

Foto 3. Pena Molexa (El Val, Naron) próxima al castro de Vilasuso

Foto 4. A pedra de abalar de Muxia

 

 

 

Las nuevas religiones llegadas a estas tierras trataron siempre de eliminar esta relación. Primero fue Roma de una forma permisiva; después fue la Iglesia Católica, que ante el problema de no poder desvincularlas de la tradición popular, trató de apropiarse y cristianizar los lugares de culto pagano, adaptando a la nueva religión el culto dado a las piedras, para lo cual superpuso las celebraciones de sus festividades a las antiguas, erigió ermitas y santuarios junto a los elementos paganos, colocó cruces sobre las piedras o las marcó con cruces incisas. De este modo los lugares y elementos mencionados fueron reutilizados por los cristianos, conviviendo en la mayoría de los casos símbolos paganos con los símbolos cristianos. En donde no fue posible, fueron sistemáticamente destruidas (tal es el caso de ciertos menhires).

 

 

 

Foto 5. Barca de la Isla de Santa Comba

Foto 6. Pedra dos cadrís de Muxía

 

 

 

Existe gran número de parroquias o aldeas que según la tradición popular tienen alguna vinculación con las piedras o bien con dólmenes que esconden tesoros o seres mágicos (leyendas de los mouros), huellas de santos, personajes, u otros seres, tal es el caso de las huellas del caballo de Santiago o Roldán, serpientes expulsadas (leyenda de san Adrián), piedras milagreiras o sanadoras (pedra dos cadrís, Muxía), camas de Santos (pena de san Vicente, pico de Ferreira, San Sadurniño), o bien de personas que han sido condenadas a vivir eternamente bajo una apariencia pétrea. También cabe destacar las llamadas piedras de los gigantes, formaciones pétreas que por sus grandes dimensiones y formas, fueron objeto de culto.

 

 

 

Foto 7. Montes de San Xurxo.

Foto 8. Prioriño. Foto

9 Pedra da Serpe, Corme

 

 

 

También en algunos casos algunas piedras o formaciones rocosas han servido de marco o límite de separación entre parroquias, tal es el caso de una que señala la separación entre Marmancón y Mandiá.

Podemos clasificar las piedras, según las creencias y tradiciones, en los siguientes grupos:

1. Relacionadas con el culto

—Piedras sagradas, donde se celebraban los rituales al aire libre en los bosques, al lado de los ríos o en la cima de las montañas. Entre ellas están las aras, altares solares, piedras del sol, piedras de sacrificio. A este respecto hay historiadores que aseguran que en aquellos puntos en donde se destruyó un ara druida o romana anterior ahora se levanta un crucero destinado a sacralizar el lugar.

Hay constancia de que algunas formaciones rocosas fueron consideradas lugares sagrados, utilizados como calendarios u observatorios solares. Tal parece ser el caso de A Pena de Rodas (Rabade, Lugo, foto 2), en donde el sol poniente del solsticio de verano coincide entre las dos grandes rocas, siguiendo la dirección que señala otra piedra o fiel.

Muchas formaciones rocosas están en la proximidad de los castros, como es el caso de Pena Molexa (El Val, Narón, foto 3) próxima al castro de Vilasuso; o el caso de la formación rocosa próxima al castro de Lobariz (Doniños, Ferrol), en donde es fácil imaginar a los druidas en sus rituales.

Piedras funerarias. Simbolizan la morada de los fallecidos y de sus espíritus. Muchas creencias mantenían la idea de que las almas estaban en el interior de las piedras ejerciendo buenas acciones sobre los vivos, convirtiéndose de esta forma en agentes protectores de la vida.

 

 

Foto 10. Cabo Prior. Figura antropomórfica

Foto 11. Forgoselo

Foto 12. Roca zoomórfica. Montes de Brion

 

 

2. Piedras abaladoiras (oscilantes) o adivinatorias tal como a Pedra de abalar de Muxía. Son grandes piedras que apoyándose sobre una pequeña parte de su base se mantienen en equilibrio; con un pequeño esfuerzo pueden moverse y hacerse oscilar como ocurre con A pedra de abalar de Muxia (Foto 4), o la Pena Abaladoira (Alfoz, Lugo). Si al hacerla abalar la piedra se mueve la sentencia es positiva, mientras que si permanece estanca es indicio de negatividad.

 

3. Piedras da barca (traídas hasta Galicia por personajes ilustres o míticos), tales como a Pedra da barca de Muxía, y la Barca de la isla de Santa Comba, que según la tradición llegó hasta nuestras costas con la Virgen y San Andrés (Foto 5. Isla de Santa Comba).

 

4. Piedras sanadoras y los ritos que conllevan, como es el caso de la Pedra dos cadrís de Muxía, (foto 6), que era tradición pasar para curar dolores reumáticos.

Dentro de este grupo podemos incluir las piedras con agua o relacionadas con ritos meteorológicos, como la pena Bailadora de Cedeira cuya agua contenida servía para curar males reumáticos.

 

5. Piedras de la fecundidad, que tenían el poder de trasmitir la fertilidad a las mujeres infértiles. A veces están relacionadas con los dólmenes y megalitos por su forma alargada y vertical.

 

 

Foto 13, Montes de Brion. Conformaciones geológicas que recuerdan a diversos animales

Foto 14, Alto de la Bailadora. Conformaciones geológicas que recuerdan a diversos animales

 

 

6. Piedras relacionadas con los ritos de tesoros y engaños, propios del mundo de los mouros y sus secretos, como es el caso de Pena Molexa (Vilasuso, Oval, Narón).

7. Piedras figurativas. Son aquellas que con el paso del tiempo y la acción del viento y del agua adquieren formas caprichosas y diversas, en las que el hombre ha querido ver determinadas figuras, y alrededor de las cuales han ido surgiendo leyendas diversas. Dentro de este grupo encuadramos las piedras antropomorfas (Montes de San Xurxo, Foto 7), con forma de seres humanos y las piedras zoomorfas, con forma de animal (Prioriño. Foto 8).

 

 

Foto 15. Equus petreus o Caballo de piedra. Foto reproducida por cortesía de José Vizoso

Foto 16. Punta Nariga

 

 

 

8. Piedras grabadas o insculturas Algunas piedras poseen inscripciones o símbolos grabados indicativos de antiguos ritos como es el caso de los numerosos petroglifos que existen en algunas zonas de Galicia (Campo Lameiro, Mogor, Baina -Baiona-) o el de A pedra da serpe, de Gondomil, Corme, en la que está grabada una serpiente alada (Foto 9 Pedra da Serpe, Corme) que posteriormente ha sufrido el proceso de cristianización al ubicar sobre ella un crucero.

 

 

Foto 17. Formaciónes en los Montes de San Xurxo

Foto 18. Formaciónes en los Montes de Forgoselo

 

 

 

9. Piedras horadadas. Existen muchas creencias sobre los poderes que tienen algunas piedras horadadas, a las que se atribuyen poderes curativos y fecundizantes. Tal es el caso del Rito del Paso, que realizan aun hoy los visitantes a San Andrés de Teixido, a través de la piedra denominada de Os Cadrís. Los orificios eran considerados un símbolo de proximidad a lo desconocido, que se alcanza a través de los mismos y que permite pasar de un estado a otro atravesando un solo plano.

 

 

 

Foto 19. Un misma roca observada desde puntos diferentes

Foto 20. Un misma roca observada desde puntos diferentes

 

 

 

10. Amilladoiros. Son acúmulos formados por las piedras testimoniales que van dejando los caminantes al pasar por un determinado lugar. Tienen su origen en los pueblos celtas que tenían la costumbre de arrojar piedras en los cruces de caminos para alejar a los malos espíritus. Tras la cristianización, mediante la colocación generalmente de una cruz en la zona alta, se han convertido en monumentos culturales y funerarios Son famosos los amilladoiros del camino de San Andrés de Teixido y del camino de Santiago.

 

11. Túmulos o mámoas. Son construcciones megalíticas formadas por grandes piedras recubiertas de tierra y piedras de una sección circular u ovalada, construidos sobre una sepultura individual o colectiva. Muchos de estos lugares fueron cristianizados.

 

12. Menhires. Es una piedra hincada en el suelo a la que se le han atribuido diferentes significados: funerario, pues se creía que era la morada de los espíritus; sexual por su forma fálica; telúrico, pues se cree que se sitúan en puntos donde existen afloramientos de esta energía, que ejercen sobre el hombre una acción espiritual; asociados a divinidades solares y astronómicas como símbolo del rayo solar; de poder, al ser esta piedra erguida, vertical, estática e inmóvil eje de unión entre el cielo y la tierra…

Son símbolos concentradores de la fuerza transmisora de vida (Fuerza vital). Así las mujeres se restregaban en ellos para adquirir fertilidad.

 

 

Foto 21. Algunas piedras son reconocibles e identificables con un simple golpe de vista. Ponzos

Foto 22. Existen piedras curiosas incluso en zonas de primera línea de costa

Foto 23, Playa de Ponzos. Algunas peñas se ven afectadas por las mareas, siendo visibles únicamente en las horas de baja mar

Foto 24, Playa de Sartaña. Algunas peñas se ven afectadas por las mareas, siendo visibles únicamente en las horas de baja mar

 

 

 

 

Cuando en la cristianización, se ordenó el derribo o destrucción de los mehires, considerados centros de prácticas obscenas, amenazando con la pena de excomunión de no llevarse a cabo. En algunos casos se llegó a cristianizarlos, colocándoles una cruz encima. En Galicia son escasos los que podemos encontrar; el más conocido es el llamado Lapa de Gargantans (Moraña, Pontevedra) de 2,40 m, que está enterrado unos 50 cms.

 

13. Otras piedras. Existen piedras en diferentes lugares de Galicia que pueden tener otros significados:

—Penedos das vírxenes, a las que hacen sus consultas las jóvenes realmente vírgenes.

—Penedos de casamento, vinculados muchas veces al culto de santuarios próximos suelen tener forma fálica y sobresalen de la tierra lisa. Tocan a las mujeres estériles al tiempo que circulan a su alrededor

—En algunas zonas de Galicia existen penedos que facilitan a los maridos el comportamiento de sus conyuges, etc…

 

En este artículo solo nos centraremos en las piedras y rocas figurativas, algunas de las cuales pueden recordarnos rostros o figuras humanas (Foto 10 Cabo Prior; foto 11, Forgoselo) , o diversos animales (Foto 12 y 13, Montes de Brion; Foto 14, Alto de la Bailadora, ), , así como otras formaciones rocosas curiosas. Algunas veces durante nuestros paseos podemos observar cosas sorprendentes como el representado en la Foto 15 (Equus petreus o Caballo de piedra).

 

 

 

Foto 25. Solsticio de invierno en la Pedra da Vella

 

 

 

En Galicia existen numerosas zonas donde abundan este tipo de formaciones. Algunas muy renombradas, como Os Penedos de Traba, Monte Pindo, Cabo Udra, Islas Cíes, Cabo de Punta Nariga (Foto 16) etc. En nuestra zona, aunque a nivel más modesto, también contamos con formaciones rocosas (Foto 17. Montes de San Xurxo y Foto 18. Forgoselo) que nos pueden valer para realizar pequeñas rutas, en las que a la par de caminar nos permite ir descubriéndolas.

En la observación de las piedras y formaciones rocosas, pasa lo mismo que cuando contemplamos las formaciones nubosas. Pueden identificarse al primer golpe de vista formas diversas, figuras, caras, animales etc. En cambio otras veces hay que fijarse un poco más y dejar volar la imaginación, y contando con ella y un poco de práctica, pueden verse cosas muy curiosas. En esta observación influyen varios factores tales que, como, la orientación de la piedra, el punto desde el cual la contempla el observador (Fotos 19 y 20, misma piedra observada desde puntos diferentes); la época del año y la altura de la eclíptica del sol; el grado de luminosidad; incluso la diferente hora del día hacen que puedan reconocerse figuras totalmente diferentes en una misma piedra.

Unas son más fáciles de identificar por la mañana; otras con el sol del atardecer. Y, por supuesto, también influye el estado de ánimo del observador, pues unos días no se observa nada, mientras que en otros se formen fácilmente asociaciones con diferentes formas o cosas. Algunas piedras son fácilmente reconocibles e identificables (Foto 21 Ponzos) con un golpe de vista; en otros casos esto es más subjetivo y cada cual creerá ver algo que solo él identifica, pues no todos vemos lo mismo.

Nos centraremos en las formaciones figurativas de la península de cabo Prior, particularmente en la zona comprendida entre el Faro de Prior y el Porto da Cova, la de mayor abundancia, aunque existen algunas piedras curiosas fuera de este ámbito, incluso en zonas de primera línea de costa (Foto 22) o afectadas por las mareas, siendo visibles únicamente en las horas de baja mar (Fotos 23. Playa de Ponzos y Foto 24. Playa de Sartaña).

Aunque he dado nombre, de acuerdo con lo que representan, a todas las piedras que figuran en este artículo, he preferido que cada cual saque sus propias conclusiones a medida que las vaya identificando.

Se presenta una amplia colección de piedras que son el resultado de numerosos paseos y recorridos por la zona en diferentes épocas del año y horas del día. Durante esos reconocimientos se han ido encontrado algunas curiosidades.

—Próxima al Porto da Cova, existe una agrupación de tres grandes bolos erráticos de piedra granítica, conocidos como a Pedra da Vella (ver el nº 4 de Columba, página 2), la cual debido a su orientación y disposición de las piedras permite observar a través de ellas el sol poniente durante el solsticio de invierno y días próximos (Foto 25. Solsticio de invierno en la Pedra da Vella). Cabe preguntarse: ¿es casualidad la disposición de las piedras o está relacionada con el culto al sol?

Esta formación rocosa estuvo a punto de desaparecer cuando la apertura del vial de acceso al Porto da Cova, puesto que en el proyecto inicial el trazado de la carretera pasaba por su emplazamiento. Se consiguió a tiempo que fuese desviada, conservándose el conjunto.

—Piedras oscilantes: Se han localizado tres piedras de gran tamaño que pueden hacerse oscilar o abalar sin gran esfuerzo; dos de ellas están en zona próxima a la línea de costa y su acceso es difícil, la otra es fácilmente accesible.

 

La ruta de los gigantes

Os proponemos dar un paseo, al que llamamos “Ruta de los Gigantes”, por la zona del cabo Prior. Partiendo de las proximidades del faro y siguiendo la antigua carretera militar a las baterías, la ruta nos lleva hasta la carretera de bajada al Porto da Cova. Es un recorrido de aproximadamente 2,5 kms de dificultad baja y sin tener que abandonar el vial son fácilmente reconocibles una veintena de formaciones pétreas. Quien desee conocer más puede desviarse por otras sendas y caminos de la zona, e incluso utilizar veredas de pescadores, si está dispuesto a cruzar algunas zonas campo a través, pues muchas de estas formaciones no tienen un acceso fácil.

 

Foto 26. Cabo Prior

 

LA RUTA DE LOS GIGANTES

Roca 1

Roca 3

Roca 4

Roca 5

Roca 6

Roca 8

Roca 10

Roca 11

Roca 12

Roca 13

Roca 15

Roca 16

Roca 17

Roca 18

Roca 19

Roca 20

Roca 21

Roca 23

Roca 24

Roca 7

Roca 2

Roca 9

Roca 14

Roca 22

 

OTRAS ROCAS

Roca 25

Roca 26

Roca 27

Roca 28

Roca 29

Roca 30

Roca 31

Roca 32

Roca 33

Roca 34

Roca 35

Roca 36

Roca 37

Roca 38

Roca 39

Roca 40

Roca 41

 

 

ROCAS DEL LITORAL

Roca 42

Roca 43

Roca 44

Roca 45

 

 

AGRUPACIONES DE ROCAS

Roca 46

Roca 47

Roca 48

Roca 49

Roca 50

Roca 51

Roca 52

Roca 53

 

 

Santiago Sánchez de Toca Acebal
Dibujos y fotografías del autor

 

 

 

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